Nos contó cómo es la vida de un escritor: cómo se documenta, que a veces las cosas no salen como uno desea y "se frustra", el tiempo diario que dedica a la escritura...
Cuando comenzó a escribir la historia de Selva, solo sabía que esta era una niña muy imaginativa y que ese era su nombre. A medida que iba escribiendo, la historia avanzaba y ella misma se sorprendía.
También nos regaló unos consejos para ser un buen escritor:
- Escribir todos los días.
- Leer lo que has escrito.
- Al día siguiente, leer la historia desde el principio y continuar escribiendo.
- Leer lo escrito en voz alta para corregir los posibles errores.
- Cuando termines la historia, dárselo a leer a otra persona: un amigo, un familiar.
En el coloquio posterior surgieron preguntas muy interesantes y les recomendó compartir sus lecturas con sus padres.
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